jueves, 14 de noviembre de 2013

Aquí me hallo. Un frío jueves por la noche. Con la fiel compañía de mi perro y con Lana Del Rey cantándome al oído. Pensando en ti y en el invierno que se aproxima... Pensando en cualquier cosa menos en mi, como siempre. Buscándole los tres pies al gato y las dos colas al perro. matándome por un poco de calor tuyo y conformándome con el que me proporciona el radiador de la habitación.
Deseando que se acaben los días y que empiecen las noches. Queriendo verte y tratando de no verte, todo a la vez. Contemplando como ese reloj de pared avanza lentamente, casi como si el aire le impidiese continuar. Como si parando el tiempo fuesen a desaparecer los problemas. Ojalá.
Ojalá me devorases con la misma facilidad con la que yo devoro libros. Con el mismo gusto, cariño y tacto. Pensando detalladamente el próximo paso. Y escribiéndome a versos,  como si fueras poeta de la vida. 
Clavándome ese "kiss me hard before you go" de Lana, como si fuese un puñal. Como si no existiese un mundo a parte de esa frase, como si no doliera. Sabiendo que no me besaste de esa manera antes de desaparecer. Y admitiendo que con tu desaparición, llegó el invierno. Tal y como llega ahora. Sólo que este invierno, no te tengo tan reciente. Y tus besos ya no permanecen en mi piel. 
Este invierno, tus besos se borran con el roce de la bufanda. 





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