martes, 19 de noviembre de 2013

Hacía tiempo que necesitaba decir esto. Necesitaba un pequeño suspiro para mi, para decir todo lo que no te he dicho, todo lo que me he callado. Puedo asegurar que este otoño está siendo el más frío de todos. Este otoño no estás tú, no está tu calidez. Tus dedos ya no se deslizan suavemente por mi nuca, tus labios ya no me acarician la piel y tus ojos ya no me quieren mirar.
Y es que en estos días tan fríos, las mantas ya no me calientan. Puede parecer una locura, pero es así. Ni todas las mantas, gorros, jerséis  y bufandas me dan la mitad de calor que me dabas tú. Y sin calor no puedo vivir, no puedo soportar el invierno que se aproxima. Simplemente no puedo. No puedo sin ti.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Número de visitas

Archivo del blog